En el amparo dulce de tus brazos
me quedo reposando sin temor,
amando cada espacio de tu cuerpo
de tus deseos cada rincón.
En un sueño de vida eterna
se convirtieron mis horas
junto al caudal de tus palabras.
y en un torrente de ilusiones
mis sentimientos dormidos
se quedaron a descansar
por una eternidad.
Dulce arrullo, tus manos,
trepando mis paredes,
recorriendo mis sentidos.
Suave manto, tus caricias
que me llevan a volar,
por un mundo sin controles
sin licencias, ni piedad.
Te amo como a nadie,
como no pense llegar a amar
Y sin miedo a equivocarme
me quedo entre tus brazos
para amarte vida mía
y entregarte mi verdad.
Angelica Baeza G.
Emociones dichas con palabras bellas y sinceras, felicidades.
ResponderEliminarsaludos
muchas gracias Pedro, me alegra que te guste mi trabajo
ResponderEliminarun beso