
Canta sobre el huerto tranquilo,
bebe el agua cristalina
que sale de su boca
y muere a su lado
en el momento debido
Siente el fuego de su cuerpo
y sus manos enceguecidas
sobre el caudal de tu ser.
Muerde la angustia
que cae sobre tu alma
cuando a tu lado no lo sientes,
cuando en la madrugada
misteriosa, pero constante
le piensas con hambruna
Canta sobre el huerto tranquilo
y es para ambos
la tempestad inquieta
que los humedece a los dos.
Angélica Baeza Gutierrez.