Porque yo hubiera dado toda mi sangre para procurarte una noche de sueño y de calma, me he convertido para ti en un tormento, en un flagelo, en un espectro, cuando esos recuerdos atroces me asedian ¿y a que hora me dejan en paz?, por poco enloquezco, cubro mi almohada de lágrimas escucho tu voz en el silencio de la noche que me llama. Actualmente ¿quién me llamará? ¿quién tendrá la necesidad de mis vigilias? ¿En que emplearé la energía que he acumulado para ti? ¿y a que ahora se vuelve contra mi?.
¡OH cuanto necesito tu ternura y tu perdón!, no hables de mi perdón, no me hables de tus culpas.
¿es que algo se de todo eso? solo recuerdo que hemos sido muy infelices y que nos hemos separado, pero se y siento que nos amaremos toda la vida con el corazón, con la inteligencia, que trataremos por un santo gusto de curarnos mutuamente del mal que hemos sufrido el uno por el otro ¡ay no ! no fué culpa nuestra; seguimos nuestro destino y nuestros carácteres más asperos, más violentos que los carácteres de las demás personas, nos impidieron aceptar la vida de los amantes comunes, pero hemos nacido para conocernos y para amarnos y no te quepa la duda sin tu juventud y tus lágrimas que me hicieron ceder una mañana.
Pero cuando estes solo, cuando necesites rezar y llorar, piensa en mi porque el sentimiento que nos une está formado de tantas cosas que no puede compararse con ninguno, el mundo no lo comprenderá jamás.
Te quiero con el alma mi querido Alejandro.
Marlene.
¡OH cuanto necesito tu ternura y tu perdón!, no hables de mi perdón, no me hables de tus culpas.
¿es que algo se de todo eso? solo recuerdo que hemos sido muy infelices y que nos hemos separado, pero se y siento que nos amaremos toda la vida con el corazón, con la inteligencia, que trataremos por un santo gusto de curarnos mutuamente del mal que hemos sufrido el uno por el otro ¡ay no ! no fué culpa nuestra; seguimos nuestro destino y nuestros carácteres más asperos, más violentos que los carácteres de las demás personas, nos impidieron aceptar la vida de los amantes comunes, pero hemos nacido para conocernos y para amarnos y no te quepa la duda sin tu juventud y tus lágrimas que me hicieron ceder una mañana.
Pero cuando estes solo, cuando necesites rezar y llorar, piensa en mi porque el sentimiento que nos une está formado de tantas cosas que no puede compararse con ninguno, el mundo no lo comprenderá jamás.
Te quiero con el alma mi querido Alejandro.
Marlene.
Marlenne no se rinde y no aprende tampoco, por algo dicen "que el amor es ciego".
ResponderEliminarsaludos Ingrid